Una nueva aventura
El viernes pasado fue mi último día como empleado de Fon, al menos por el momento. Hace unas semanas me llegó una oferta que finalmente no pude rechazar, pero me gustaría explicarme a mi mismo qué me ha llevado a aceptarla, qué espero en el futuro y qué me llevo de mi experiencia en Fon.
El camino hasta Fon
Aunque no tengo 30 años de experiencia, cuando llegué a Fon ya tenía algunos tiros pegados y dos empresas, principalmente, han sido las que han marcado mi evolución profesional.
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Avantic: Es la empresa que me vió crecer, entre otras cosas técnicamente, un lugar en el que siempre me dieron espacio y apoyo para evolucionar y en el que siempre me sentí (y me siento) en familia. Consultoría tipo boutique (de calidad), que rompe totalmente con la imagen clásica de la consultora tipo cárnica. Pude trabajar en más de 12 proyectos, probar 5 lenguajes de programación diferentes y aprender a base de golpes como aprovecharme de las metodologías ágiles. Siempre les estaré eternamente agradecido.
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Otogami: Durante mi etapa en Avantic me faltaba algo, sentía curiosidad por el desarrollo de producto (propio) y apareció en mi camino Otogami. Junto a 3 de mis mejores amigos, David, Jero y Candela tuve la oportunidad de aprender a desarrollar producto, de ver más allá del código, de saber cómo vender, llegar a los usuarios, de valorar el “software economics” … en definitiva una experiencia que desde luego me hizo mejor profesional. Lo que muchos denominamos un “Master pagado”.
Un año diseñando el futuro de la Wi-Fi doméstica
Todo tiene un fin, y la aventura de Otogami también. El negocio no funcionó así que tocaba descansar y seguir caminos separados durante un tiempo. De entre unas pocas opciones me decanté por Fon. La razón para mi era muy sencilla, era una empresa de producto y además estaba consolidada, así que podría trabajar en producto sin el estrés de una startup.
Al principio costó un poco encontrar el lugar en el que más pudiese aportar, pero tras algo más de un mes en la empresa y varios cambios de equipo, apareció una necesidad clara en Home WiFi. El equipo de innovación necesitaba un backend basado en microservicios y que se adaptase a las tecnologías que acostumbraba a usar la empresa.
La premisa era muy sencilla, queríamos construir un sistema de gestión de la WiFi doméstica que mejorase la experiencia tanto para los usuarios como para las operadoras.
Desde la empresa habían otras restricciones sobre la mesa, como que el sistema fuese un PaaS, que fuese escalable o basado en microservicios. Vamos, una tarea titánica que comenzamos de forma muy humilde, con unos cuantos JARs desplegados en un Tomcat como prueba de conceptos y que a día de hoy es un ecosistema de microservicios desplegados con Docker sobre Amazon ECS y que utilizan algunas tecnologías de Netflix OSS para dotar al sistema de trazabilidad o una API unificada entre otras cosas.
En menos de un año hemos pasado de no tener nada a tener un sistema de una complejidad realmente alta, pero, lo mejor de todo, en el que se han respetado las buenas prácticas y la calidad del código. Mientras hacíamos la transferencia de conocimiento y dibujé por última vez el diagrama del sistema pude vislumbrar el gran trabajo que habíamos hecho.
Pero nada de eso hubiese sido posible sin un equipo a la altura. Esa es la parte que más me duele abandonar de Fon. Un lugar en el que la calidad de sus profesionales es una de sus mayores bazas. ¡Os recordaré siempre!
!Image from the team
Me marcho sabiendo que he dejado una pila de buenas prácticas y un equipo sólido como una roca que hará de Home WiFi algo amazing. Pero ¿qué oferta podría hacer que abandonase esto?
¿Me he pasado de frenada saliendo de la zona de comfort?
Pues bien, llegados a este punto toca revelar qué me depara el futuro próximo. Hoy, bajo el paraguas de Karumi, empezaré a trabajar como contractor, lo que viene siendo “autónomo de toa la vida”, con IBM Research.
Las razones por las que decidí aceptar esta oferta son muchas, pero algunas de las principales son las siguientes.
- La tecnología a la que tendré acceso es sencillamente “awesómica”, y como técnico que soy no puedo evitar sentir curiosidad.
- El equipo con el que trabajaré es igual de bueno que el que dejo en Fon, por lo que espero que siga suponiendo un reto en el día a día.
- Siempre he defendido el trabajo en remoto, pero nunca había tenido mucha práctica. Bueno, pues va siendo hora de que predique con el ejemplo.
El test de tripas además me decía que debía aceptar. Es una oferta que aparece tan sólo una vez en la vida y que merece la pena el riesgo. Pero no creáis que estoy tranquilo, estoy muerto de miedo. Me tengo que enfrentar a algunos temores y cosas que van más allá de salir de mi zona de comfort, de las que quiero destacar tres.
- Ahora trabajo en remoto, tengo que mejorar mucho mi disciplina para entregar el mayor valor posible con el menor esfuerzo posible. No puedo estar procrastinando, aunque no es eso lo que me preocupa, es el hacer muchas horas de más de forma innecesaria lo que realmente me preocupa.
- La idiosincracia del trabajo en remoto. Conozco bien como se trabaja en remoto, pero en gran medida de forma teórica, ahora lo tendré que hacer de forma práctica. Siendo mi experiencia principalmente la de trabajar con equipos colocalizados, espero que esto no sea un cambio tan duro.
- Por último mi miedo más terrible, hablar inglés. Mucha gente me dice que es un miedo totalmente infundado, pero yo me sigo sintiendo como Paco Martinez Soria cada vez que me debo comunicar en inglés. Vale, no hay mal que por bien no venga y ahora no me quedará más remedio que mejorar a marchas forzadas.
Si esta aventura durará 2 meses, 2 años o toda una vida no lo sé. Pero la afronto con nervios y unas ganas tremendas de aportar y enfrentarme a los retos que me tienen preparados :-)